“Juste la Fin du Monde” Crítica: Sólo el fin del Mundo, Xavier Dolan, 2016
- Ángela C.
- 5 ago 2017
- 2 Min. de lectura
Xavier Dolan es un joven prodigio del actual mundo del cine, pues a sus 27 años cuenta con una filmografía de peso en la que se ha ido posicionando como autor y se le ha puesto bajo la mirada del público y la crítica, tanto para admirarlo como para cuestionar el valor de su obra.
El también actor canadiense presenta su sexta película, Sólo el fin del Mundo, una adaptación de la obra teatral de Jean-Luc Lagarce donde narra la historia de un escritor, Louis, que decide visitar a su familia después de doce años de ausencia para anunciarles que va a morir.
La mayor parte de la historia se desarrolla en la casa de infancia del personaje, entre escenas de constantes conflictos, discusiones e interrupciones, todos los personajes hablan con todos pero a la vez con ninguno, se leen de fondo los reproches por el distanciamiento de Louis y a la vez se puede inferir el porqué de su ausencia, pues la familia tiende a lo disfuncional combinando la admiración y el resentimiento por él.
Con un elenco coral y de actores reconocidos, Gaspar Ulliel, Nathalie Baye, Vincent Cassel, Marion Cotillard y Léa Seydoux, Dolan dirige las interpretaciones a través del diálogo y del histrionismo, manteniendo el dramatismo a través de los primeros planos, como suele mostrar en sus filmes, aunque notablemente más limitado con respecto a las anteriores, pues a pesar de mantener su estilo y jugar con recursos cinematográficos como el flashback o la música, es la película que menos se acerca a la esencia dramática del director.
El cineasta que suele involucrarse en cada detalle de su obra, escribir, producir, diseñar, montar, incluso actuar, logra mantener su estilo donde el diseño visual, la fotografía y la paleta de color están muy cuidados, las cámaras lentas, las escenas extensas y la importancia de la música que acompaña casi la totalidad de la obra, haciendo notables las escenas en las que utiliza el silencio, repitiendo su fórmula de usar canciones pop, pues Dolan suele acompañar sus filmes con temas reconocidos por el público, sobre todo de finales de siglo XX y lo que va del siglo XXI, dando cuenta de las influencias del director, que parece realizar un constante homenaje al videoclip.

Juste la Fin du Monde obtuvo varios reconocimientos, el más notable fue el Gran Premio del Jurado en Cannes de 2016, que vino cargado de polémica, los escépticos llaman al director el niño consentido de Cannes, pues es claro que no ha sido la mejor película de Dolan, aun así el cineasta se da el lujo de desafiar a sus críticos e incluso negarse a llevar la premier de su próxima película, The Death and Life of John F Donovan, al prestigioso festival afirmando que la cultura del matoneo y del odio injustificado no debería ser parte inseparable del cine.
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